VIII – Descripción de la Peregrinación

 

La Peregrinación que se describe a continuación es la que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) recomendó a sus compañeros.

Es Sunnah que los residentes de La Meca tomen un baño, se higienicen y perfumen antes de adoptar el estado de Ihrám para la Peregrinación el día octavo del mes de Dhul-Hiyyah (Iaum At-Tarwiah) antes del mediodía. El estado de Ihrám lo adoptarán desde el lugar donde habitan. Al poner su intención dirán: Labbaika Hayyan (Respondo a Tu llamado ¡Oh, Allah! Realizando el Hayy). Quienes realizan la Peregrinación bajo la modalidad Qirán o Ifrád deben permanecer, en cambio, en estado de Ihrám hasta arrojar los guijarros a la Yamrah Al-‘Aqabah el día décimo (Iaum An-Nahr).

Luego todo peregrino se dirigirá hacia Mina[1] pronunciando la Talbiah antes del mediodía. Allí rezará con el Imám, si es posible, el Dhuhr, el ‘Asr, el Magrib, el ‘Ishá' y el Fayr practicando el Qasr (abreviando) pero sin juntar las oraciones. Si no puede asistir a la oración en comunidad, rezará en su campamento abreviando pero sin juntar las oraciones. Esa primera noche la pasará en Mina.

Cuando amanezca el noveno día del mes, el día de ‘Arafah, se dirigirá desde Mina a ‘Arafát[2] pronunciando el Takbir y la Talbiah. Se detendrá en la zona de Namirah, lugar adyacente a ‘Arafát, hasta el mediodía.

 

Los límites de ‘Arafát

Por el este: Los cerros que rodean el valle.

Por el oeste: El cauce del Wádi ‘Aranah.

Por el norte: El punto donde Wádi ‘Arnah se encuentra con Wádi Wasiq.

Por el sur: Un kilómetro y medio más allá de la mezquita de Namirah aproximadamente.

Cuando haya pasado el cenit, se dirigirá a la mezquita de ‘Arafát que se encuentra al principio de este valle. En ese lugar, el Imám pronunciará una Jutbah para los asistentes. Luego el muecín hará el Adhán del Dhuhr y el Imám dirigirá la oración del Dhuhr y la del ‘Asr, juntando ambas oraciones en su primer tiempo y abreviándolas a dos Raka‘át cada una, con un solo Adhán y dos Iqámah. El peregrino que no pueda unirse a la congregación principal, podrá rezar el Dhuhr y el ‘Asr con sus acompañantes en su campamento, juntando y abreviando ambas oraciones.

Luego, es Sunnah dirigirse al centro de ‘Arafát y pararse junto a una montaña llamada Yabal ‘Arafát (Montaña de ‘Arafát). Allí deberá situarse de manera que la montaña quede entre él y la Qiblah, y entonces dirigirá su rostro hacia la Qiblah. Permanecerá parado entre las rocas al pie de la montaña invocando a Allah, rogándole y pidiéndole perdón con devoción y humildad. Elevará sus manos y pronunciará la Talbiah y el testimonio de fe. Esto podrá hacerlo de pie, sobre su vehículo, sentado en el suelo o caminando. La mejor forma de hacerlo es aquella que genere más concentración y devoción en su corazón.

Es recomendable pronunciar en ese lugar las plegarias registradas en el Corán y en la Sunnah y todas las súplicas que se deseen. También pedir perdón, pronunciar el Takbir y el testimonio de fe, alabar a Allah y pedir bendiciones por el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Es recomendable también enfatizar la necesidad que los seres humanos tenemos de Allah y rogarle con sentimiento, sin desesperarse por la respuesta. Así el peregrino rogará a Allah y Le alabará hasta que se oculte el sol.

Si se hace dificultoso pararse cerca de las rocas al pie de la se puede cumplir con esta Sunnah donde sea más fácil; en el campamento o cualquier otro lugar de ‘Arafát, excepto el cauce del Wádi ‘Arnah que no forma parte del valle.

 

El tiempo de la permanencia en ‘Arafát

Comienza después del cenit el día noveno (Iaum ‘Arafah) y dura hasta la puesta del sol del mismo día, aunque puede extenderse durante toda la noche hasta el amanecer del día décimo. También es lícito llegar a ‘Arafát antes del cenit o durante la noche anterior al día noveno, aunque la Sunnah dicta que el tiempo para estacionarse en ‘Arafát comienza con el cenit. Quien permanezca en ‘Arafát aunque sea unos minutos durante la noche, le valdrá también. La permanencia en ‘Arafát consiste en detenerse sobre el transporte o sentarse sobre el suelo un tiempo dentro del área especificada, y no sólo permanecer de pie. Quien permanece en ‘Arafát durante el día, pero deja el lugar antes del ocaso abandona una acción recomendable. Igualmente su rito es válido y no debe realizar una ofrenda expiatoria por ello.

‘Uruah Ibn Mudarris (Allah se complazca con él) relató que alcanzó al Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en Muzdalifah cuando salió para rezar el Fayr, y entonces dijo:

“Quien asista a esta oración y permanezca con nosotros hasta que partamos y previamente haya permanecido en ‘Arafát, de día o de noche, habrá completado su peregrinación”.[3]

Cuando se haya puesto el sol del día noveno marchará de ‘Arafát a Muzdalifah pronunciando la Talbiah tranquilo y sosegado, sin empujar a la gente con su propio cuerpo o su medio de transporte, aunque cuando encuentre un espacio aprovechará para avanzar con rapidez. Al llegar a Muzdalifah rezará tres Raka‘át del Magrib y dos del ‘Ishá', juntando ambas oraciones en el horario del ‘Ishá' con un solo Adhán y dos Iqámah. Allí pasará la noche, y rezará el Tahayyud y el Witr.

Luego rezará el Fayr con su Sunnah previa, después de entrado su tiempo cuando todavía el cielo está oscuro. Después de rezar se dirigirá hacia la mezquita de Muzdalifah que se encuentra en un lugar conocido con el nombre de Al-Mash‘ar Al-Harám. Allí, de pie y orientado hacia la Qiblah, invocará a Allah, Le alabará y pronunciará el testimonio de fe sobre su unicidad y monoteísmo. También pronunciará el Takbir y la Talbiah y rogará a Allah de pie o sobre su medio de transporte hasta que el cielo aclare.

Allah dice en el Corán:

“Cuando regreséis de ‘Arafát, y os encontréis en Muzdalifah, recordad a Allah...” (2:198)

Si es dificultoso llegar hasta Al-Mash‘ar Al-Harám, podrá invocar a Allah desde donde se encuentre pero siempre en dirección a la Qiblah pues toda la zona de Muzdalifah es lícita para ello.

Los débiles y quienes tienen una excusa válida, junto a sus acompañantes, sean hombres o mujeres, pueden marcharse de Muzdalifah cuando se oculte la luna o transcurra la mayor parte de la noche y dirigirse a Mina para arrojar los guijarros a la Yamrah Al-‘Aqabah.

Antes de que salga completamente el sol saldrá de Muzdalifah y se dirigirá a Mina. Caminará pausadamente y cuando llegue a Muhassir, que es un cauce entre Muzdalifah y Mina, y que está dentro de los límites de Mina, acelerará su paso. En la zona donde se encuentran los monolitos o en su camino hacia ellos, luego de entrar en los límites de Mina, recogerá siete guijarros. Es lícito también recogerlos en Muzdalifah. Durante su marcha pronunciará la Talbiah y el Takbir, y luego de arrojar los guijarros a Yamrah Al-‘Aqabah suspenderá la Talbiah definitivamente.

Al llegar a Yamrah Al ‘Aqabah, último de los tres monolitos, lanzará siete guijarros después de la salida del sol, posicionándose al lanzar de forma tal que Mina quede a su derecha y La Meca a su izquierda. Lanzará con su diestra y pronunciará el Takbir cada vez que lo haga. La Sunnah establece que los guijarros sean pequeños, con un tamaño entre el grano del garbanzo y el de una avellana. No es lícito lanzar piedras grandes ni tampoco objetos, como zapatos, sandalias, joyas, metales, etc. No se debe dañar ni incomodar a los demás musulmanes al lanzar los guijarros.

Después de este rito, quienes hacen la peregrinación en modalidad Tamattu‘ o Qirán deberán sacrificar sus ofrendas. Dirán al degollar al animal:

Bismillah uallahu akbar. Allahumma minka wa laka. Allahumma taqabbal minni (En el nombre de Allah y Allah es Supremo. ¡Oh, Allah! Por Ti y para Ti. ¡Oh, Allah! Acéptalo de mí).

Anas (Allah se complazca con él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) sacrificó dos carneros en el nombre de Allah al tiempo que pronunciaba le Takbir.[4]

Es Sunnah comer de la carne del animal sacrificado, beber del caldo y alimentar con ello a los pobres. También es lícito que el peregrino se aprovisione con ella para el viaje de regreso a su tierra.

Después de sacrificar la ofrenda, rasurará o recortará su cabello si es hombre, y rasurarse es lo mejor. La Sunnah prescribe rasurar primero la parte derecha de la cabeza y luego seguir con la izquierda. La mujer, en cambio, sólo recortará su cabello el largo de una uña aproximadamente.

Abu Hurairah (Allah se complazca con él) relató que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “¡Oh, Allah! Perdona a los que se han rasurado”. Entonces los Sahábah le dijeron: ¡Mensajero de Allah! ¿Por qué no pides por los que sólo se han recortado el cabello? Entonces él dijo: “¡Oh, Allah! Perdona a los que se han rasurado”. Los Sahábah le dijeron nuevamente: ¡Mensajero de Allah! ¿Por qué no pides por los que sólo se han recortado el cabello? Pero él dijo: “¡Oh, Allah! Perdona a los que se han rasurado.” Nuevamente los Sahábah le dijeron: ¡Mensajero de Allah! ¿Por qué no pides por los que sólo se han recortado el cabello? Y entonces él dijo: “¡Oh, Allah! Perdona a los que se han recortado el cabello también”.[5]

Una vez realizados los ritos mencionados hasta aquí vuelven a ser lícitas todas las acciones vedadas durante el estado de Ihrám, excepto el coito, como vestir ropa con costuras, usar perfume, cubrirse la cabeza y demás prohibiciones. Las prohibiciones del Ihrám, menos el coito, se suspenden para el peregrino con sólo lanzar los guijarros a Yamrah Al-‘Aqabah, aunque no se haya rasurado ni haya sacrificado su ofrenda, excepto quien haya transportado su ofrenda desde su lugar de origen que deberá arrojar los guijarros y sacrificar su ofrenda para recién suspender su Ihrám. Esta primera suspensión se denomina: At-Tahallul Al-Awwal.

Es Sunnah que el Imám pronuncie una Jutbah en Mina a media mañana del día décimo, cerca de los monolitos, para enseñar los ritos a la gente. El peregrino, entonces, vestirá ropa normalmente, se perfumará y marchará hacia La Meca para realizar el Tawáf de la Peregrinación, denominado: Tawáf Al-Ifádah o Tawáf Az-Ziárah. En este Tawáf no se debe acelerar el paso en ninguna de sus vueltas.

Luego, si está haciendo la Peregrinación en su modalidad Tamattu‘, realizará el Sa‘i entre As-Safa y Al-Marwa. Si bien esto es lo mejor para quien hace la Peregrinación en modalidad Tamattu‘, es permitido también hacer un solo Sa‘i (el que se realiza al llegar a La Meca). Si está haciendo la Peregrinación en modalidad Qirán o Ifrád y no realizó el Sa‘i al llegar a La Meca, lo deberá hacer después del Tawáf Al-Ifádah al igual que quien hace la Peregrinación en modalidad Tamattu‘. Lo mejor para quien hace la Peregrinación en modalidad Qirán o Ifrád es realizar el Sa‘i luego del Tawáf que se hace al llegar a La Meca. En este caso no tiene que hacerlo nuevamente después del Tawáf Al-Ifádah. Luego de haber realizado el Tawáf Al-Ifádah, absolutamente todas las prohibiciones del estado de Ihrám se vuelven lícitas, incluso el coito. Esta suspensión definitiva del estado de Ihrám se denomina: At-Tahallul Az-Záni (segunda suspensión).

 

El inicio del tiempo del Tawáf Al-Ifádah

El tiempo para hacer este Tawáf comienza cuando ha pasado la mayor parte de la noche previa al día décimo, si se ha cumplido con el rito de permanecer en ‘Arafát, aunque la Sunnah es realizarlo durante el día. Es posible postergarlo pero nunca para después de terminado el mes de Dhul-Hiyyah, excepto que exista una excusa válida.

Una vez terminado este rito volverá a Mina para rezar el Dhuhr y permanecer allí el resto del día del ‘Eid y los tres días siguientes con sus noches (Aiiám At-Tashriq). Permanecerá en Mina las noches de los días once, doce y trece de Dhul-Hiyyah; y esto es lo mejor. Si el peregrino no puede pasar la noche completa en Mina, deberá permanecer allí la mayor parte de la misma, al principio, al medio o al final de la misma.

Las cinco oraciones diarias se rezarán en congregación, cada una en su tiempo prescrito pero abreviadas (Qasr), y de ser posible en la mezquita Al-Jif, o de lo contrario en cualquier otro lugar de Mina. En cada uno de estos tres días lanzará siete guijarros a cada monolito una vez pasado el cenit. Los guijarros los recogerá de cualquier lugar en Mina.

Es Sunnah dirigirse caminando hasta los monolitos, si es posible. El día once lanzará primero siete guijarros después del cenit al monolito denominado Al-Yamrah As-Sugra (el monolito pequeño) que está tras la mezquita Al-Jif. Debe lanzarlos con la mano derecha, uno tras otro, pronunciando el Takbir con cada uno, y de ser posible orientándose hacia la Qiblah.

Al finalizar se alejará brevemente hacia su derecha y orientado hacia la Qiblah invocará a Allah elevando sus manos por el tiempo que le tomaría recitar Surah “La vaca”.

Luego se dirigirá a Al-Yamrah Al-Wusta (el monolito mediano) y lanzará allí siete guijarros también, lo hará con la mano derecha y pronunciará el Takbir en cada lanzada, como mencionamos anteriormente. Luego se alejará brevemente hacia su izquierda y orientado hacia la Qiblah invocará a Allah elevando sus manos por un tiempo prolongado pero menor que la vez anterior.

Finalmente se dirigirá a Yamrah Al-‘Aqabah y le lanzará siete guijarros, posicionándose de forma tal que La Meca quede a su izquierda y Mina a su derecha. En esta ocasión, no se detendrá luego de arrojar los guijarros a invocar a Allah con un Du‘á'. Con esto habrá lanzado veintiún guijarros. La persona que tiene una excusa válida puede omitir pasar la noche en Mina, y además puede juntar el lanzamiento de piedras de dos días en uno sólo, posponer todos los lanzamientos hasta el último día o realizarlo por la noche.

El día doce del mes repetirá lo mismo que hizo el día once lanzando los guijarros a los tres Yamarát después del cenit.

Si sólo desea quedarse en Mina dos días y no tres, deberá salir de Mina antes del ocaso del día doce. Si permanece hasta el día trece, lanzará los veintiún guijarros a los tres Yamarát después del cenit. Esto es lo mejor, pues el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) así lo hizo. La mujer hará lo mismo que el hombre en todos estos ritos. Con esto finalizan los ritos de la Peregrinación.

El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) realizó una sola Peregrinación, que es conocida como Hiyyah Al-Wadá‘ (peregrinación de despedida). En esa Peregrinación  él cumplió con todos los ritos, llamó a la adoración de Allah y encomendó a su nación la responsabilidad de difundir el monoteísmo e invitar a los hombres a la religión de Allah. En el valle de ‘Arafah se perfeccionó la religión del Islam y el día diez se le encomendó a la nación musulmana la responsabilidad de practicar y difundir el Islam. El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo ese día: “Que el presente comunique al ausente”.[6]

El musulmán debe invocar a Allah cada vez que termina un rito de adoración como la oración, el ayuno o la Peregrinación, pues Allah es en realidad Quien le ha dado éxito en tal acto de obediencia. Por ello debe alabarle por haberle facilitado los medios para cumplir con esa obligación y pedirle perdón por toda falta o imperfección que haya cometido en su realización. El musulmán no debe ser como aquellos que consideran su adoración perfecta y se vanaglorian de ella ante su Señor. Allah dice en el Corán:

“Y cuando hayáis terminado con los ritos que debéis realizar [el Día del Sacrificio] recordad a Allah como recordáis a vuestros padres, y más aún...” (2:200)

Luego de lanzar los guijarros el día trece después del cenit saldrá de Mina. La Sunnah es que se dirija a la zona de Al-Abtah, si no hay dificultad, rece allí el Dhuhr, el ‘Asr, el Magrib y el ‘Ishá' y pase parte de la noche en ese lugar.

Luego se dirigirá hacia La Meca y realizará el Tawáf de despedida (Tawáf Al-Wadá‘) si no es de los que residen en esa ciudad. La mujer que está menstruando o atravesando el puerperio no debe hacer este Tawáf. Después de esto el peregrino podrá abandonar La Meca y volver a su país, llevando la cantidad de agua de Zamzam que desee.

 


IX – Prescripciones relacionadas con la Peregrinación y la ‘Umrah

 

Acciones durante el día del ‘Eid

Es recomendado que el peregrino organice los ritos correspondientes al día del ‘Eid, décimo día del mes de Dhul-Hiyyah, de la siguiente manera:

1.    Lanzará los guijarros al Yamrah Al-‘Aqabah

2.    Luego sacrificará su ofrenda

3.    Luego se rasurará o recortará el cabello

4.    Luego realizará el Tawáf

5.    Finalmente realizará el Sa‘i.

Esta es la Sunnah; sin embargo, si invierte este orden no incurre en falta alguna. Como si se rasura antes de sacrificar la ofrenda, o como si realizara el Tawáf antes de lanzar los guijarros.

‘Abdullah Ibn ‘Amr Ibn Al ‘Ás (Allah se complazca con él) relató que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) se detuvo en Mina mientras hacía su peregrinación de despedida para responder a las preguntas de la gente. Un hombre le preguntó: ¿Qué debo hacer, pues sin darme cuenta me he rasurado antes de sacrificar mi ofrenda? Y el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) respondió: “Sacrifica después, no hay problema”. Otro hombre le preguntó: ¿Qué debo hacer, pues he sacrificado mi ofrenda antes de lanzar los guijarros? Y el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) respondió: “Lanza los guijarros después, no hay problema”. Ese día el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) respondió a todas las preguntas que le hicieron respecto a haber invertido el orden de los ritos el día del ‘Eid de la siguiente manera: “Hazlo así, no hay problema”.[7]

El tiempo establecido para sacrificar la ofrenda es desde el día del ‘Eid hasta la puesta del sol del día decimotercero.

 

El veredicto sobre postergar el lanzamiento de los guijarros

Es permitido que los enfermos, los que tienen una excusa válida y los que no pueden soportar la aglomeración de gente posterguen todos los lanzamientos de los guijarros hasta el día trece. Ese día las deberá lanzar en orden, según el día que corresponda: lanzará primero las correspondientes al día once, empezando por el pilar pequeño, siguiendo por el mediano y finalmente por el mayor. Luego lo hará por el día doce de la misma forma, y por último por el día trece. Quien postergue el lanzamiento hasta después del día trece sin una excusa válida, cometerá un pecado y deberá realizar una ofrenda expiatoria. En cambio, quien lo haga por una razón válida sólo deberá realizar una ofrenda expiatoria (no cometiendo pecado alguno). En ambos casos, ya no se deberán lanzar los guijarros pues su tiempo ha finalizado, pero su peregrinación será correcta.

Quienes trabajen para el servicio de los peregrinos, como los agentes de tránsito, los de seguridad, los bomberos y los paramédicos por ejemplo, podrán pasar las noches de Mina fuera de la zona si tienen necesidad de ello, y no deberán realizar ninguna ofrenda expiatoria.

Los límites de Mina:

De este a oeste: Entre el cauce del Uádi Muhassir y Yamrah Al-‘Aqabah. De norte a sur: Entre las dos montañas elevadas que la rodean.

Los límites de Muzdalifah:

Por el este: La desembocadura de Al-Ma'zamain Al-Garbi. Por el oeste: El cauce del Uádi Muhassir. Por el norte: El monte Zabir. Por el sur: Las montañas Al-Marrijiiát.

 

El tiempo correspondiente al lanzamiento de los guijarros durante los tres días posteriores al ‘Eid

1.    El lanzamiento de los guijarros correspondiente a los tres días posteriores al ‘Eid se realiza después del cenit. Quien lance antes del cenit deberá repetir su lanzamiento después del mismo. Si no repite el lanzamiento hasta ponerse el sol el día trece, habrá cometido un pecado, deberá realizar una ofrenda expiatoria y ya no lanzará los guijarros por haberse terminado el tiempo prescrito para ello, pero su peregrinación será correcta.

2.    Respecto al lanzamiento de los guijarros los tres días posteriores al ‘Eid (Aiiám At Tashriq), quien lance un día los guijarros correspondientes a otro, su rito será igualmente válido pero habrá dejado de hacer lo recomendado, que es lanzar los guijarros cada uno en su día.

 

Cuándo se realiza el Tawáf Al-Ifádah

Acorde a la Sunnah el Tawáf Al-Ifádah se debe realizar el día del ‘Eid, pero es lícito postergarlo hasta los tres días posteriores al ‘Eid, o inclusive hasta fines del mes de Dhul-Hiyyah. Sin embargo, es prohibido postergarlo hasta después de Dhu-Al Hiyyah, excepto para quien tiene una excusa válida, como el enfermo que no puede hacer el Tawáf caminando ni cargado, o la mujer que entra en el puerperio antes de realizar el Tawáf.

 

El veredicto de quien no puede acceder a Muzdalifah

Si al marchar de ‘Arafát hacia Muzdalifah el peregrino se retrasa debido al tráfico y a la multitud a tal punto que teme perder la oración del ‘Ishá', podrá detenerse en el camino y rezar. Si llega a Muzdalifah recién al alba o luego de la salida el sol deberá detenerse al menos unos instantes en Muzdalifah y luego seguirá su marcha hasta Mina sin necesidad de realizar una ofrenda expiatoria y su peregrinación será correcta.

 

Misceláneas sobre el lanzado de los guijarros

Quien lance los siete guijarros de una sola vez sólo le valdrá por uno solo y deberá completar los otros seis. No se debe apuntar al pilar mismo sino al hoyo donde se acumulan los guijarros, y cuya señal es el pilar.

Es recomendable lanzar los guijarros durante el día, después del cenit. Si el peregrino teme los forcejeos de la muchedumbre podrá lanzarlas por la noche, pues el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) estableció cuándo inicia el tiempo del lanzamiento y no cuándo termina.

Ibn ‘Abbás (Allah se complazca con él) relató que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue preguntado: ¿Qué ocurre si lanzo los guijarros después de haber anochecido? Respondió: “No hay problema”. Le preguntó también: ¿Qué ocurre si me rasuro antes de sacrificar la ofenda? Y le respondió (la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “No hay problema”.[8]

 

El veredicto del Tawáf Al-Ifadah para la mujer que menstrua o tiene puerperio

Si la mujer comienza a menstruar o entra en el puerperio antes de realizar el Tawáf Al Ifádah, no debe hacerlo hasta que se purifique. Deberá quedarse en La Meca hasta purificarse, y recién entonces podrá realizar el Tawáf. Si forma parte de un contingente que no puede esperarla ni tiene los medios para permanecer en La Meca hasta purificarse, deberá utilizar una toalla higiénica y realizará el Tawáf de todas maneras. Su situación se considera de extrema necesidad, y Allah no exige a nadie por encima de sus posibilidades. Su peregrinación será correcta in-sha-llah.

 

El veredicto sobre lanzar por otra persona

Es lícito lanzar las piedras en representación de quien no puede hacerlo por debilidad, ya sea hombre, mujer o niño. El peregrino lanzará primero sus guijarros y luego, en el mismo lugar, lanzará las de su representado.

Si una mujer adopta el Ihrám para la ‘Umrah y antes de poder realizar el Tawáf comienza a menstruar, entonces, si se purifica antes del día noveno de Dhul-Hiyyah deberá completar su ‘Umrah y luego adoptar el Ihrám para la Peregrinación  y salir directamente hacia ‘Arafát. Pero si no se purifica antes del día noveno incluirá la Peregrinación en su ‘Umrah diciendo: Allahumma inni ahramtu bi hayyin ma‘a ‘umrati (¡Oh, Allah! Adopto el Ihrám para la Peregrinación y lo incluyo en mi ‘Umrah) Así pasará a estar bajo la modalidad Qirán y podrá estar con la gente en ‘Arafát. Cuando se purifique, se bañará y podrá realizar el Tawáf Al-Ifádah.

El peregrino en modalidad Ifrád o Qirán que al llegar a La Meca realiza el Tawáf y el Sa‘i puede transformar su peregrinación a la modalidad Tamattu‘. Puede hacerlo también antes de realizar el Tawáf. La modalidad Ifrád no se puede transformar en Qirán, ni la modalidad Qirán puede transformarse en Ifrád. La Sunnah es pasar de ambas modalidades a la modalidad Tamattu‘, siempre que el que haga Hayy Qirán no traiga consigo su ofrenda.

Quien realiza el Hayy o la ‘Umrah debe abstenerse de mentir, hablar mal del prójimo, discutir y tener mal comportamiento. Debe elegir una buena compañía y emplear para su Hayy o su ‘Umrah dinero obtenido lícitamente.

 

El Ingreso a la Ka’bah

Entrar a la Ka‘bah no es obligación ni Sunnah, sino que es algo bueno. Se recomienda que quien ingrese en ella rece, pronuncie el Takbir y ruegue mucho a Allah. Cuando ingrese se alejará un poco de la pared y con la puerta detrás de él realizará una oración.

 

Durante la Peregrinación hay seis oportunidades en las que se recomienda hacer Du‘á'

 Sobre As-Safa y sobre Al-Marwa, ambos durante el Sa‘i, en ‘Arafát, en Muzdalifah, después de lanzar los guijarros al primer monolito y luego de lanzarlas al segundo. Estos seis puntos han sido registrados por la Sunnah, y en ellos se detuvo el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) para pronunciar sus oraciones.

 

Las marchas durante la peregrinación son tres

La primera es de ‘Arafát a Muzdalifah la noche previa al día del ‘Eid, la segunda es de Muzdalifah a Mina y la tercera es de Mina a La Meca para realizar Tawáf Al-Ifádah.

 

La permanencia en los lugares sagrados

1. Mina, Muzdalifah y ‘Arafát son lugares consagrados a la peregrinación, por ello, nadie debe reclamar propiedad, comprar o vender propiedades en esos lugares. Los primeros en llegar a Mina tienen derecho a ocupar los espacios para pasar allí la noche. Quien omita pasar las dos o tres noches en Mina sin una excusa válida, deberá realizar una ofrenda expiatoria. Quien no encuentre lugar donde pasar la noche en Mina se instalará junto a los últimos campamentos instalados dentro de los límites de Mina, sin importar si queda fuera de sus límites, y no deberá realizar ninguna ofrenda expiatoria por ello. El peregrino no debe pasar la noche en las calles y aceras, perjudicándose a sí mismo y a los demás peregrinos.

2. Mina, Muzdalifah, ‘Arafát y las mezquitas son lugares consagrados a la adoración, construir en estas zonas edificios ni cercar lotes para alquilarlos. Pero si aun así alguien lo hace, los peregrinos no incurren en falta si rentan una propiedad sino que el dueño que les alquila su propiedad es quien comete un pecado grave. Las autoridades deben poner orden a la llegada de los peregrinos a estos sitios sagrados según considere conveniente, para mayor comodidad y beneficio de los mismos.

‘Abdurrahmán Ibn Mu‘ádh dijo que un Sahábah relató: El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) pronunció una Jutbah para la gente en Mina y les designó un lugar para que acamparan. Dijo: “Que los Muháyirun acampen aquí...” -y apuntó hacia la derecha de la Qiblah- Luego dijo: “los Ansár allí...” -y apuntó hacia la izquierda de la Qiblah- Y finalmente agregó: “…y los demás que lo hagan alrededor de ellos”.[9]

Si el peregrino posterga el Tawáf Al-Ifádah hasta poco antes de partir, ese Tawáf le valdrá también como Tawáf Al-Wadá‘, sin embargo no habrá hecho lo más recomendable.

Quien tiene la obligación de realizar el Tawáf Al-Wadá‘ y abandona La Meca sin hacerlo, debe volver para realizarlo. Si no lo hace debe, entonces, realizar una ofrenda expiatoria.

 

Qué se dice al volver de la Peregrinación, la ‘Umrah u otro viaje

‘Abdullah Ibn ‘Umar (Allah se complazca con él) relató: Cuando el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) retornaba de sus campañas, sus expediciones, de la Peregrinación y de la ‘Umrah, y en su camino de regreso llegaba a una curva o una sinuosidad, pronunciaba tres veces el Takbir y luego decía: “Lá iláha illa Allahu uahdahu lá sharika lahu, lahu al mulku ua lahu al hamdu ua hua ‘ala kulli sha'in qadir. Áibuna, tá'ibuna, ‘ábiduna, sáyiduna li rabbina hámidun. Sadaqa Allahu ua‘dahu ua nasara ‘abdahu ua hazama al ahzába wahdah - No hay más dios que Allah, Único, sin asociados. A Él pertenecen el reino y las alabanzas. Él es sobre todas las cosas Poderoso. Retornamos arrepentidos, adorando y glorificando a nuestro Señor. Él ha cumplido Su promesa, ha dado la victoria a Su Siervo, y ha derrotado a los aliados Él solo”.[10]

 

Los pilares de la Peregrinación (Arkán)

Los pilares de la peregrinación son el Ihrám, la permanencia en ‘Arafát, el Tawáf Al-Ifádah y el Sa‘i.

 

Los actos obligatorios durante la Peregrinación (Wayibát)

Los actos obligatorios durante la Peregrinación son adoptar el Ihrám desde el Miqát correspondiente, pasar las dos noches posteriores al ‘Eid en Mina, excepto para quienes trabajan al servicio de los peregrinos o tienen una excusa válida, pasar la noche previa al décimo día en Muzdalifah, y sólo la mayor parte de la noche para los débiles y quienes tienen una excusa válida, lanzar los guijarros a los Yamarát, rasurarse o recortarse el cabello y hacer el Tawáf de despedida (Tawáf Al-Wadá‘) para quienes no residen en La Meca al abandonar la ciudad.

Quien omite realizar alguno de los pilares de la Peregrinación o la ‘Umrah (arkán), su rito no será válido hasta que realice ese pilar. En cambio, quien omite realizar una de los actos obligatorios (wayibát) puede enmendar esta falta ofreciendo un sacrificio como expiación. Si no encuentra qué ofrecer como expiación, entonces no realizará ninguna ofrenda y sólo deberá arrepentirse de su falta y su rito será válido. Quien omite realizar una obligación intencionalmente comete un pecado y debe realizar una ofrenda expiatoria (Fidiah), y quien lo hace sin intención no comete pecado pero debe, si tiene los medios para ello, realizar una ofrenda expiatoria. Quien omite realizar un acto recomendado (Sunnah) no debe compensar su omisión. Los actos recomendados (Sunnah) de la Peregrinación y la ‘Umrah son todos los demás actos fuera de los pilares (arkán) y los actos obligatorios (wayibát), sean éstos obras o palabras.

 

Reglas relacionadas con las omisiones y los impedimentos

Quien no permanece ni un instante en ‘Arafát su Peregrinación no es válida, y debe cambiar su intención a una ‘Umrah y completarla para salir del Ihrám. Si es la Peregrinación obligatoria de su vida, deberá reponerla y sacrificar su ofrenda. Si previno esta contingencia en el momento de adoptar el Ihrám mediante la súplica registrada en la Sunnah, entonces suspenderá su Ihrám y no deberá realizar ninguna expiación.

Quien es impedido de llegar a La Meca por un enemigo debe sacrificar una ofrenda y luego rasurarse o recortarse el cabello para suspender su Ihrám. Si es impedido de llegar a ‘Arafát suspenderá el Ihrám luego de realizar una ‘Umrah.

Quien es impedido por alguna enfermedad o algún otro inconveniente, como la pérdida de su dinero por ejemplo, y previno esta contingencia en el momento de adoptar el Ihrám mediante la súplica registrada en la Sunnah, suspende el Ihrám y no realizar ninguna expiación. Si no lo previno debe sacrificar la ofrenda que pueda como expiación, rasurarse o recortarse el cabello y luego suspender su Ihrám. Quien se fracture o enferme suspenderá inmediatamente su Ihrám y deberá realizarla en el futuro, si se trataba de su Peregrinación obligatoria.

 


X – La visita a la mezquita del Profeta (Al-Masyid An-Nabawi)

 

Características de las tres mezquitas sagradas

Éstas son la Mezquita Sagrada de La Meca, la mezquita del Profeta en Medina y la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén.

1. La Mezquita Sagrada fue construida por el profeta Abraham  y su hijo Ismael (la paz y las bendiciones de Allah sean con ambos). Ésta es la Qiblah de los musulmanes y hacia donde peregrinan. Es el primer templo erigido para la humanidad. Allah hizo de ella una bendición y guía para todos los seres creados. La mezquita del Profeta fue construida por Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y sus Compañeros, y se cimentó sobre el temor devocional y la piedad. La mezquita de Al-Aqsa fue construida por el profeta Jacob, y fue la primera Qiblah a la que se orientaban los musulmanes en sus oraciones.

2. La recompensa por las oraciones realizadas en estas tres mezquitas se multiplica. Por estos y otros motivos no se debe emprender un viaje para visitar otra mezquita que no sea una de estas tres.

Es ilícito realizar un viaje con la intención de visitar una tumba, ya sea esta de un profeta u otra persona.

Narró Abu Huraira que el Profeta dijo: “No se debe emprender un viaje (con la intención de realizar un acto de devoción) excepto a tres mezquitas. La mezquita de La Meca, la mezquita del Profeta y la mezquita de Al-Aqsa”.[11]

 

La visita a la mezquita del Profeta

Es Sunnah que el musulmán visite la mezquita del Profeta y rece al entrar en ella dos Raka‘át como saludo a la mezquita. Luego es Sunnah que se dirija a la tumba del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y le salude diciendo: As salámu ‘alaika aiiuha an nabiiu ua rahmatullahi ua barakátuh (Que la paz, la misericordia de Allah y Sus bendiciones sean contigo ¡oh, Profeta!). Luego podrá pronunciar la súplica prescrita para las visitas a las tumbas. Luego dará un paso a su derecha y saludará a Abu Bakr (Allah se complazca con él). Luego dará otro paso más, también a su derecha, y saludará a ‘Umar (Allah se complazca con él). Abu Hurairah (Allah se complazca con él) relató que el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Cuando alguien me saluda (con el As-Salamu a’leikum), Allah me devuelve el alma para que pueda responderle el saludo”.[12]

 

Las virtudes de la oración en la mezquita del Profeta

La recompensa de una oración en esta mezquita equivale a la de mil oraciones en cualquier otra, excepto en la Mezquita Sagrada de La Meca.

1.    Ibn ‘Umar (Allah se complazca con él) relató que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Una oración en ésta, mi mezquita, equivale a mil oraciones en las demás, excepto en la Mezquita Sagrada”.[13]

2.    Abu Hurairah (Allah se complazca con él) relató que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Lo que está entre mi casa y mi Minbar es uno de los jardines del Paraíso, y mi Minbar está sobre mi estanque”.[14]

También es Sunnah visitar el cementerio de Al-Baqi‘ y a los mártires de Uhud. Se debe saludarles, hacer súplicas y pedir perdón por ellos. Al visitar las tumbas se debe decir la siguiente súplica:

1.    As-salámu ‘ala ahli ad-diári min al-mu'minina wa al-muslimina, wa iarhamullahu al-mustaqdimina minná wa al-musta'jirin, wa inná in shá'a Allahu bikum laláhiqun - ¡Qué la paz sea con los creyentes y los musulmanes que habitan las tumbas! ¡Qué Allah tenga misericordia de quienes murieron antes que nosotros y de quienes lo harán después! Nosotros los alcanzaremos cuando Allah lo disponga.[15]

2.    As-salámu ‘alaikum ahla ad-diári min al mu'minina wa al-muslimina, wa inná in shá'a Allahu laláhiqun, as'alullaha laná wa lakum al ‘áfiah - Que la paz sea con vosotros ¡oh, creyentes y musulmanes que habitáis las tumbas! Nosotros los alcanzaremos cuando Allah lo disponga. Ruego a Allah nos dé bienaventuranza a todos.[16]

 

Virtudes de la oración en la mezquita de Qubá'

Es Sunnah que el musulmán realice la ablución en su hogar y se dirija a la mezquita de Qubá' a pie o en un medio de transporte y rece en ella dos Raka‘át, pues esto equivale a la recompensa de realizar una ‘Umrah. Si la visita es el día sábado, aún mejor.

1. Sahl Ibn Hanif (Allah se complazca con él) relató que el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien realiza la ablución en su hogar y luego se dirige a la mezquita de Qubá' y realiza allí una oración, ésta le valdrá como la recompensa de una ‘Umrah”.[17]

2. Ibn ‘Umar (Allah se complazca con él) relató que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía venir a la mezquita de Qubá' todos los sábados, ya sea pié o montado”.[18]

La visita a la mezquita del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en Medina no es uno de los pilares de la Peregrinación ni de la ‘Umrah, y ambos ritos están completos sin esta visita. Es Sunnah visitar la mezquita del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en cualquier época del año.

 


XI – Las ofrendas (Al-Hadi, Al-Udhiah y Al-‘Aqiqah)

 

Al-Hadi: Ofrenda que sacrifica el peregrino en La Meca, debido a realizar la peregrinación en modalidad Tamattu‘ o Qirán, o por haber sido impedido de continuar su viaje para realizar la peregrinación.

Al-Udhiah: Animal que se sacrifica los días de la festividad del ‘Eid Al-Adha como ofrenda para aproximarse a Allah. El animal sacrificado puede pertenecer al ganado vacuno, ovino y caprino o camélido.

El veredicto legal de la Udhiah: Es Sunnah confirmada y enfática (Sunnah Mu'akkadah) para todo aquel musulmán que pueda realizarla. Allah dice en el Corán:

“Reza, pues, a tu Señor y sacrifica [los animales en Su nombre]”. (108:2)

El momento de sacrificar la Udhiah: Comienza después de la oración del ‘Eid Al Adha, y se extiende hasta el último de los tres días posteriores al día del ‘Eid. Es decir el día del ‘Eid y tres días más.

Es recomendable (Sunnah) que la persona que realice esta ofrenda coma de la carne del animal sacrificado, regale parte de ella y distribuya el resto entre los pobres. Esta ofrenda tiene una gran virtud, pues es una forma de acercarse más a Allah, ser generoso con la familia, beneficiar a los pobres y fortalecer los lazos con los familiares y los vecinos.

 

Las condiciones que deben tener los animales para ser sacrificados

1. La ofrenda debe cumplir con la siguiente condición para ser válida: Si pertenece a los camélidos debe tener cinco años o más, si pertenece al ganado vacuno, debe tener dos años o más, si pertenece al ovino debe tener seis meses o más y si pertenece al caprino debe tener un año o más. Si el animal que será sacrificado ha sido seleccionado, no puede venderse ni regalarse salvo que sea para conseguir uno mejor.

2. Tanto el Hadi, la Udhiah como la ‘Aqiqah deben pertenecer a los ganados mencionados anteriormente. Además deben haber alcanzado la edad prescrita y estar sanos y libres de todo defecto. Los mejores animales para una ofrenda son los más gordos, caros y apreciados para sus dueños.

Un cordero sólo puede ser ofrendado por una persona. El camello y la vaca, en cambio, pueden ser ofrendados hasta por siete personas. Es permitido sacrificar un cordero, un camello o una vaca en nombre propio o en nombre de los integrantes de la familia, los vivos y los ya fallecidos. Es recomendable para quien tiene holgura económica sacrificar más de un animal para el Hadi. Mientras que la Udhiah es Sunnah resumirse a un animal para sí mismo y los integrantes de su familia.

La Udhiah en nombre de un vivo es válida. También es válida en nombre de un muerto, pero siempre que sea conjuntamente con un vivo y no de manera individual, excepto que el difunto lo haya dejado estipulado en su testamento.

 

Asuntos ilícitos para quien tiene la intención de ofrecer una Udhiah

Es ilícito que la persona que va a sacrificar una Udhiah corte su cabello y sus uñas durante los primeros diez días del mes de Dhul-Hiyyah. Quien a pesar de esta prohibición lo haga, deberá arrepentirse ante Allah y no tendrá la obligación de realizar ninguna ofrenda expiatoria.

Umm Salamah (Allah se complazca con ella) relató que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Cuando comiencen los primeros diez días de Dhul-Hiyyah y alguno de vosotros quiera sacrificar una Udhiah, que no recorte su cabello ni sus uñas”.[19]

Es Sunnah que quien sacrifica una Udhiah en su nombre y el de los integrantes de su familia diga: Bismillah, wa Allahu Akbar. Allahumma taqabbal minni. Allahumma hádha ‘anni ua ‘an ahli baiti - En el nombre de Allah, y Allah es el Supremo. ¡Oh Allah! Acéptalo de mí. ¡Oh Allah! Esta ofrenda es en mi nombre y el de los integrantes de mi familia.

 

Cómo se realiza el Nahr (punzada) y el Dhabh (degüello)

La Sunnah es punzar al camello de pie y con la pata delantera izquierda amarrada y degollar a los bovinos y los ovinos. También es lícito degollar al camello y punzar los bovinos y los ovinos. El Nahr consiste en punzar el final del cuello del camello a la altura del pecho. El Dhabh para los bovinos y ovinos consiste en cortar la parte superior del cuello, cerca de la cabeza. Se debe recostar al animal sobre su costado izquierdo, apoyar firmemente la pierna derecha sobre su cuello, y luego de sujetarle bien la cabeza se procede al degüello. Durante el degüello o la punzada se debe decir: Bismillah, ua Allahu Akbar - En el nombre de Allah, y Allah es el Supremo.

Anas (Allah se complazca con él) relató: El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) sacrificó dos carneros blancos con cuernos. Puso su pierna sobre sus cuellos y los degolló con su mano, mencionando primero el nombre de Allah y luego el Takbir”.[20]

Es Sunnah que la persona sacrifique personalmente el Hadi y el Udhiah. Si no sabe sacrificar, entonces debe contratar a alguien que lo sepa hacer, y no podrá darle parte de la carne como pago. La persona que degüella al animal debe pronunciar el nombre de quien ofrece el sacrificio al momento del corte. La carne del animal degollado es lícita siempre que le hayan sido cortadas la faringe, la vena yugular y ambas arterias carótidas o una de ellas, y se haya desangrado.

 

Los animales que no son válidos para una ofrenda

Al-Bará' Ibn ‘Ázib (Allah se complazca con él) relató que oyó al Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) decir: “Cuatro animales no sirven para una ofrenda: el tuerto, el enfermo, el cojo y el fracturado que no puede alimentarse bien”.[21]

Si el musulmán degüella su ofrenda para acercarse a Allah sin saber de su enfermedad hasta después de muerta, ésta igualmente no será válida debido a que pierde su sentido original.

Los animales con las patas cercenadas, los que son ciegos y los que tienen la joroba cortada, en el caso de los camellos, no sirven como ofrenda para acercarse Allah.

La ‘Aqiqah: es una ofrenda que se hace en nombre del recién nacido. Éste rito es una tradición confirmada y enfatizada por el Profeta (Sunnah Mu'akkadah).

 

El veredicto legal sobre la ‘Aqiqah

Es recomendado realizar una ofrenda cuando hay un nacimiento de un bebé vivo.

Es Sunnah sacrificar dos corderos por el varón y uno por la mujer.

Es recomendable sacrificar la ‘Aqiqah al séptimo día de nacido el bebé. Ese día también se le pone el nombre, se le rasura la cabeza. Si no se pudo realizar el séptimo día, por una excusa válida se lo podrá realizar en cualquier momento, de los contrario, si no existe una excusa válida para el retraso, entonces no debe realizarse ya que ha expirado el tiempo indicado para realizarse. También es Sunnah practicarle al recién nacido el Tahnik, que consiste en introducirle en la boca un pequeño trozo de dátil masticado o algo dulce.

La ‘Aqiqah es una forma de agradecimiento a Allah por Sus nuevas gracias. Es también una ofrenda por el recién nacido y una acción para acercarse más a Allah.

 

El momento de felicitar por un recién nacido

Es recomendable (Sunnah) que el musulmán se apresure a felicitar a su hermano/a musulmán por su hijo recién nacido y hacer súplicas por él.

Dijo Allah en el Sagrado Corán:

¡Oh, Zacarías! Te albriciamos con un hijo que se llamará Juan. Nadie ha sido llamado así antes que él”. (19:7)

 

Cuándo se Sunnah asignar un nombre al recién nacido

1. Es Sunnah asignar un nombre al recién nacido el día de su nacimiento.

Anas Ibn Málik (Allah se complazca con él) relató que el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Un hijo mío ha nacido esta noche y le he dado el nombre de mi antepasado Ibrahim”.[22]

2. Es recomendado que la asignación del nombre no se retrase del séptimo día, aunque es un asunto flexible, por lo que es permitido hacerlo antes o después de este día.

Samurah (Allah se complazca con él) narró que el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Cada niño depende de la ‘Aqiqah que se sacrifica por él en su séptimo día, cuando también se le asigna un nombre y le es afeitada su cabeza”. [23]

 

Qué nombre elegir

Es Sunnah elegir para el recién nacido los mejores y más amados nombres para Allah, como ‘Abdullah (Siervo de Allah), ‘Abdur Rahmán (Siervo del Clemente) y demás nombres que signifiquen la servidumbre del ser humano y su sometimiento a Allah extraídos de los 99 nombres de Allah, como ‘Abdul ‘Azíz y ‘Abdul Málik. Luego se recomiendan los nombres de los mensajeros y los profetas, luego los de las personas piadosas, y finalmente los que refieren a un atributo real de la persona, como Iazid (creciente) o Hasan (bueno) por ejemplo.

 

El mejor animal para una ofrenda

Lo mejor para el Hadi y la Udhiah es ofrendar un camello entero, luego un bovino entero, luego un cordero, y finalmente una séptima parte de un camello o un bovino. Para la ‘Aqiqah, en cambio, sólo es válido sacrificar un animal entero en nombre del recién nacido. Además, para la ‘Aqiqah un cordero es mejor que un camello, pues es lo que se registra en la Sunnah.

Las prescripciones del animal para la ‘Aqiqah son iguales a las de la Udhiah, excepto que en la ‘Aqiqah no se puede compartir un animal, pues no vale sino uno entero, ya sea camello, baca u oveja.

 

 



[1] Valle vecino a La Meca donde se realizan distintos ritos de la Peregrinación.

[2] Valle cercano a La Meca donde se realiza el rito más importante de la Peregrinación: la estadía en ‘Arafât, el día noveno de Dhul-Hiyyah.

[3] Sahih. Abú Dawd 1950. At-Tirmidhi 891.

[4] Bujari 5558. Muslim 1966

[5] Bujari 1728. Muslim 1302.

[6] Bujari 67. Muslim 1679.

[7] Bujari 83. Muslim 1306.

[8] Bujari 1723. Muslim 1306.

[9] Sahih. Abú Daúd 1951. An Nasâ'i 2996.

[10] Bujari 1797. Muslim 1344.

[11] Bujari 1189. Muslim 1397.

[12] Ahmad 10827. Abú Daúd 2041.

[13] Bujari 1190. Muslim 1395.

[14] Bujari 1196. Muslim 1391.

[15] Muslim 974.

[16] Muslim 975.

[17]  An-Nasa'i 699. Ibn Mayah 1412.

[18] Bujari 1193. Muslim 1399.

[19] Muslim 1977.

[20] Bujari 5565. Muslim 1966.

[21] Abú Daúd 2802. An Nasâ'i 4370.

[22] Muslim 5733 , Abu Dawud

[23] Abu Dawud 2831, Ahmad  5-7,17

 
   
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