Veredicto sobre realizar la Peregrinación en nombre de otra persona
Quien realiza la Peregrinación en nombre de otra persona, ya sea por un anciano, un enfermo incurable o un difunto, puede adoptar el Ihrám desde cualquier Miqát que desee, y no es necesario que inicie el viaje desde la tierra de la persona por la que está realizando la Peregrinación. Nadie puede realizar la Peregrinación en nombre de otra persona sin antes haberlo hecho por sí mismo. Tampoco es necesario que la persona que ha encargado a otra realizar la Peregrinación en su nombre se abstenga de todo lo que está prohibido durante el estado de Ihrám.
Ibn ‘Abbás (Allah se complazca con él) relató que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) se encontró con unos jinetes en la zona de Ar-Rawhâ' y preguntó: “¿Quiénes sois?”. Le contestaron: “Somos los musulmanes”, y le preguntaron: “¿Y tú quién eres?”. Respondió (la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “El Mensajero de Allah”. Entonces una mujer alzó a un niño y preguntó: “¿Acaso a este niño le será aceptada la Peregrinación?” Respondió: “Sí, y tú también serás recompensada”.[1]
Está permitido que quien padece alguna enfermedad envíe a otra persona para que realice una Peregrinación voluntaria o una ‘Umrah en su nombre, pudiéndole pagar o no por sus servicios.
No es necesario terminar o compensar los ritos faltantes de quien muere mientras realiza la Peregrinación, pues el Día de la Resurrección será resucitado pronunciando la Talbiah. No es lícito hacer la Peregrinación o dar limosna en nombre de quien muere sin haber rezado nunca, pues no se lo considera musulmán.
El Ihrám de la mujer que está menstruando o atravesando el puerperio
La mujer que está menstruando o atravesando el puerperio puede bañarse y adoptar el Ihrám para la Peregrinación o la ‘Umrah. A pesar de su estado, puede permanecer con el Ihrám y realizar todos los ritos de la Peregrinación, salvo la circunvalación a la Ka’bah (Tawáf) hasta que se detenga la hemorragia. Cuando esto suceda, debe bañarse nuevamente y completar los ritos de la Peregrinación, para poder abandonar el estado de Ihrám. En caso de haber adoptado el Ihrám para la ‘Umrah, deberá esperar hasta que la hemorragia finalice para realizar los ritos correspondientes a la ‘Umrah y luego poder abandonar el estado de Ihrám.
Virtudes de realizar la Peregrinación próxima a la ‘Umrah
Ibn Mas‘ud (Allah se complazca con él) relató que el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Realizad la Peregrinación y la ‘Umrah, uno próximo al otro, pues ambos ritos eliminan la pobreza y los pecados como el fuelle elimina la suciedad del hierro, el oro y la plata. La recompensa de la Peregrinación correctamente realizada no es otra que el Paraíso”.[2]
Veredicto sobre repetir la ‘Umrah
Es desaconsejable que la persona que ingresó a La Meca para la Peregrinación o la ‘Umrah salga de ella para realizar otra ‘Umrah voluntaria. Esto es una innovación (Bid‘ah) que ni el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) ni sus Compañeros lo hicieron, ni en Ramadán ni en otro mes. Es importante saber que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no le ordenó a ‘Á'ishah (Allah se complazca con ella) hacerlo, sino que le permitió realizarla para aliviar su pesar al ver truncada su ‘Umrah. Realizar el Tawáf alrededor de la Ka‘bah es mejor que salir para realizar una nueva ‘Umrah.
La ‘Umrah que ‘Á'ishah (Allah se complazca con ella) hizo desde At-Tan‘im[3] es una opción exclusiva para las mujeres que a causa de su menstruación no pueden completar la ‘Umrah que se realiza junto a la Peregrinación. No está prescripto para las mujeres que sí completan su ‘Umrah, y menos aun para los hombres.
El veredicto legal de la Peregrinación y la ‘Umrah que realiza un niño
Si un niño adopta el Ihrám para la Peregrinación, éste le valdrá sólo como una peregrinación voluntaria. El niño que ya puede distinguir la naturaleza de sus actos, observará los ritos de la Peregrinación como lo hacen los hombres y las mujeres mayores. Respecto al niño pequeño, su tutor deberá poner la intención del Ihrám por él, cargarlo durante el Tawáf y el Sa‘i y arrojar en su nombre las piedras. Es recomendable que el niño que es llevado para la Peregrinación o la ‘Umrah cumpla con todos los ritos que pueda realizar. Cuando el niño alcance la edad adulta, deberá realizar su Peregrinación obligatoria.
Si un niño hace la Peregrinación, cuando alcance la edad adulta debe realizar su Peregrinación obligatoria correspondiente.
La Peregrinación de un niño es válida, y quien le asiste durante el cumplimiento obtiene gran recompensa. Ibn ‘Abbás (Allah se complazca con él) relató: Una mujer levantó a su niño y dijo: ¡Mensajero de Allah! ¿Su Peregrinación es válida? Y el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le respondió: “Sí, y tú también obtendrás recompensa”.[4]
El veredicto legal del ingreso de un idólatra a la Mezquita Sagrada de La Meca
No es lícito que un idólatra ingrese en la Mezquita Sagrada de La Meca. En el resto de las mezquitas, en cambio, sí puede entrar, pero siempre que sea por algún beneficio a la comunidad.
1. Allah dice en el Corán: “¡Oh, creyentes! Por cierto que los idólatras son impuros [de corazón], que no se acerquen pues a la Mezquita Sagrada después de este año [el noveno de la Hégira], y no temáis padecer por ello pobreza o necesidad alguna, que si Allah quiere os proveerá con Su gracia. Ciertamente Allah es Omnisciente, Sabio”. (9:28)
2. Abu Hurairah (Allah se complazca con él) relató: El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) envió un destacamento de caballería en dirección a Nayd[5], y al volver trajeron prisionero a un hombre de la tribu Banu Hanifah, al que le decían Zumámah Ibn Uzál, y lo ataron a una de las columnas de la mezquita. Entonces el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) se presentó ante ellos y dijo: “¡Liberad a Zumámah!” Éste se dirigió a unas palmeras cerca de la mezquita, y allí se bañó. Más tarde entró en la mezquita nuevamente y dijo: “Atestiguo que no hay más dios que Allah y que Muhammad es el Mensajero de Allah”.[6]
Características del Recinto Sagrado (Haram)
El Recinto Sagrado de La Meca (Al-Haram) tiene características exclusivas; algunas de ellas son: la recompensa por la oración que se realiza él se multiplica enormemente, las faltas cometidas dentro de él son agravadas enormemente, la prohibición del ingreso de los idólatras, la prohibición de agredir e iniciar un combate, cortar sus árboles y sus plantas naturales, recoger los objetos extraviados y cazar animales dentro de sus límites.
En el Recinto Sagrado se encuentra construida la primera Casa para la adoración de Allah dispuesta para la humanidad. Allah dice en el Corán: “Ciertamente la primera Casa erigida para los hombres es la de Bakkah [la Ka‘bah], en ella hay bendición y guía para la humanidad, también signos evidentes. Entre ellos está el sitial de Abraham. Quien ingrese en ella estará a salvo. Es una obligación para los hombres peregrinar a esta Casa si se encuentran en condiciones de hacerlo [físicas y económicas]. Y quien niegue lo que Allah ha prescripto, sepa que Allah prescinde de todas las criaturas”. (3:96-97)
[1] Muslim 1336.
[2] Hadiz Hasan. Ahmad 3669 y Tirmidhi 810.
[3] At-Tan‘im: zona en las afueras de La Meca. Allí hay una mezquita llamada “Masyid ‘Â'ishah”, y en ella adoptan el Ihrâm los residentes de La Meca que desean hacer una ‘Umrah.
[4] Muslim 1336.
[5] Región central de la península árabe. En la actualidad, se encuentra en ella Riyadh, capital del reino de Arabia Saudita.
[6] Bujari 462; ésta es su versión. Muslim 1764.
La personalidad del Profeta |
La personalidad del Profeta. Mhaummad el Profeta, un hombre de verdad y de justicia. Muhammad era un hombre que amaba la verdad y la justicia y gobernaba de acuerdo a ello. No temía ser reprochado por aplicar la justicia. No halagó a nadie por su rango, dinero o linaje; por el contrario, apoyó al débil, y luchó contra el fuerte para devolverles sus derechos. Era muy justo, y se adhería a lo correcto siempre, sin favorecer nunca ni a los seres más queridos por él. Sucedió que una mujer eminente de la familia de Mekhzoum (una gran familia de la Meca en aquel momento), robó, por lo que se merecía un castigo por su crimen. Su familia fue a uno de los seguidores del Profeta, el más querido por él, para pedir el perdón del Profeta. Cuando Muhammad (la paz sea con él) escuchó la petición de su amigo más querido para perdonar a aquella mujer, se enojó mucho, por romper la santidad de la justicia después de haberse convertido en musulmán. Aisha dijo que Quraish estaba muy interesado sobre la mujer de la familia de Makhzoum, quien había robado, así que pensaron que nadie se atrevería a hablar con el Mensajero (la paz sea con él) en este caso, excepto Osama Bin Zeid, el más querido por el Mensajero. Osama habló con el Mensajero, quien contestó: “¿Has meditado en una de las leyes de Allah?” Luego se incorporó y dio un discurso hablándoles a las personas que las naciones que vivieron antes de ellos habían sido destruidas porque no habían castigado a los eminentes, sino que sólo habían castigado a los débiles cuando cometían algún crimen. Y juró que si su hija Fátima robaba, la castigaría. |
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